Hace casi exactamente 50 años, un supermercado de Ohio vendió un paquete de chicles e hizo historia: Por primera vez se oyó en la caja el pitido de un escáner de código de barras.
Nos ha parecido interesante y compartimos parcialmente el artículo publicado por Wipotec, porque hace pensar hacia dónde vamos en algunas tecnologías, donde se expone que hoy vivimos una revolución similar. En lugar de simples barras, ahora es el momento de los códigos dinámicos 2D en todos los productos. Para ello, los fabricantes de todo el mundo se están preparando para el cambio de sus procesos.
Este cambio se produce impulsado por las ventajas de una tecnología que convencen a todas las partes. El contenido de la información y la flexibilidad de los códigos 2D simplemente demuestran que son muy ventajosos en la práctica. Combinan las capacidades del código de barras actual, el código QR estático utilizado a menudo con fines publicitarios, e incluso añaden información que antes sólo podía captarse en texto plano.
Además, esta codificación abre la puerta a Internet gracias a la tecnología «Digital Link». La página de destino puede personalizarse como se desee sin realizar ningún cambio en el envase. En Navidad, por ejemplo, los clientes se inspiran en ideas de recetas festivas o pueden intentar ganar premios exclusivos en un especial de Adviento. Se trata de replantear la publicidad. Los códigos 2D son interactivos y, por tanto, aumentan significativamente la interacción.
En general, la confianza en una marca aumenta cuando el producto se presenta de forma transparente. La seguridad es un factor importante para el comprador. La integración de la identificación de lotes en el código desempeña un papel central.
Por un lado, los fabricantes luchan contra la falsificación, ya que pueden añadir un número de serie al código para una identificación única. Por otro, esta conexión también digitaliza y facilita la ejecución de campañas de retirada de productos.
El futuro nos espera
Esto significa que la forma en que tratamos los bienes de consumo pronto cambiará significativamente. En consecuencia, las líneas de producción también deben adaptarse. La impresión es más compleja y la calidad de impresión debe ser siempre alta.
Para garantizar que las etiquetas sigan siendo legibles en todo momento, los fabricantes necesitan sistemas de impresión adecuados y una cámara para comprobar la legibilidad de la impresión. La experiencia de la industria farmacéutica demuestra que un sistema coordinado e integrado es mucho más que las piezas individuales independientes para lograr el objetivo deseado. Por este motivo, las soluciones modulares TQS para «Mark & Verify» de nuestro partner tecnológico Wipotec se basan en un enfoque totalmente integrado.
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