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Los responsables de almacenes y centros logísticos descubren, en ocasiones demasiado tarde, que el principal reto al integrar componentes de un sistema automatizado no es necesariamente la secuencia y la sincronización de las tareas a través de diferentes equipos encargados de la manipulación de materiales. Es la integración entre el sistema de control de los equipos y el ERP/SGA.

Porque las dificultades surgen cuando el ERP o SGA no tiene la funcionalidad necesaria para permitir la integración, algo que ocurre de forma demasiado habitual. La complejidad aparece cuando el SGA carece de algunas de las funciones y se espera que el sistema de control de los equipos cubra estas deficiencias.

Comprender la capacidad funcional de todos los sistemas IT que integran la solución, así como las líneas de “demarcación” y las responsabilidades existentes entre el ERP/ SGA y los sistemas de control de los equipos ayuda a minimizar las dificultades.

Al conocer cómo estructura el SGA las tareas de automatización (por ejemplo, el pick waving (picking por olas), la sincronización del envío de pedidos o las prioridades al escoger los pedidos), las empresas se exponen a no optimizar la automatización, lo cual supone una decepción y, potencialmente, la incapacidad de cumplir lo prometido al cliente.

Entender el negocio

Puede haber un riesgo significativo en la integración cuando una empresa no integra la solución de automatización dentro de los procesos de las operaciones en un centro de distribución.

Por muy buena que sea una solución de automatización desde un punto de vista técnico, los resultados no serán óptimos si no destina tiempo a comprender, afinar e integrarla en los procesos de negocio.

¿Por qué es importante la integración?

Los sistemas de automatización, digitalización y robotización no son sistemas aislados. Se combinan con otros componentes en una solución conjunta, se integran con los procesos (y a menudo los habilitan) y necesitan ir en la “dirección” que les proporciona un sistema host que envía instrucciones y confirma las tareas. Además, los equipos y el software de diferentes proveedores han de trabajar formando una sola unidad.

Para que los equipos y el software de varios proveedores trabajen juntos es necesario que la integración sea funcional.

Por encima de los componentes que la integran, la automatización, digitalización y robotización se introduce por varias razones desde el punto de vista del negocio. Uno de los principales motivos es cumplir la promesa al cliente de un plazo más corto de comercialización y entrega de sus productos. La automatización “integra” la estrategia de negocio y los procesos del centro de distribución con el fin de mantener, potenciar o mejorar la capacidad de una empresa de cumplir en todo momento la promesa hecha al cliente.

LYL es integrador de soluciones para la automatización, digitalización y robotización de almacenes. Más información en LYL WAREHOUSING